viernes, 28 de marzo de 2008

éxodo a las minas de plomo

¡Niño, tira pa' Linares! Alcanzaba a oír, entre llantos y balbuceos, entre gritos y ademanes, agazapado en el resquicio de la puerta, intentando inútilmente estirar el final.
El trabajo en la mina, no era la imagen idealizada de adolescente que mi mente había creado, aunque el plomo extraído fuera para construir el Escorial, que apenas sabía donde estaba. Nunca entendí nuestro éxodo familiar, la ciudad únicamente nos proporcionó más responsabilidades y penurias, encontrar allí la felicidad era más costoso que en nuestro idílico Beas de Segura. Del que al cerrar los ojos, recuerdos del blanco de sus calles pueden deslumbrarte.

miércoles, 19 de marzo de 2008

sin parar de huir, sin parar de pensar

Abrumado por tanta responsabilidad, el animal había huido. Apenas pensaba, solo corría, hasta quedar sin aliento. Mirar atrás no era una opción. La tierra comenzó a quebrarse, vaciló, mas sin lugar para ese sentimiento, debía concentrarse en la velocidad. Su corazón latía tan fuerte, que en todo su cuerpo retumbaban las pulsaciones, se asustó. Nunca una huida fue tan necesaria, esa idea reactivaba sus extremidades, que ya por inercia seguían batiéndose sin cesar. Pensó, que alguien que huye una vez, pasa su vida huyendo.
Esta era la primera, pero tanto su conciencia como él, sabían que no sería la última.

jueves, 13 de marzo de 2008

Las canciones ligadas a recuerdos

En nuestro yo interior existen miles de recuerdos que permanecen activos, esperando una señal para salir, para volver a florecer. Algunos se encuentran ligados a algo, bien sea a una canción, un momento determinado del pasado, una voz, olor...etc.

Hace unos días, escuche "These boots were made for walking",(estas botas están hechas para camiar), de Nancy Sinatra. Mientras la escuchaba se puso en funcionamiento la máquina de generar recuerdos que tenemos en nuestra cabeza.
Para mí, no es una canción especial, quiero decir que no entra en mis favoritas, es una canción más, pero que obviamente está ligada a una impresionante película de Stanley Kubrick"Full metal jacket", (La chaqueta metálica).

No deja de ser curioso como un recuerdo almacenado en mi cerebro, durante más de diez años, volvió de repente al escuchar esta canción. Y no fue precisamente, recordar escenas de la película, si no algo más personal.

Antes de seguir, debemos preguntarnos el porqué una canción en inglés, que la mayoría de castellanoparlantes no entiende, nos puede llegar a emocionar y transmitir sentimientos. El músico Santiago Auserón tiene la respuesta: "Primero por la fascinación que produce algo que viene de otro continente, de otra etnia, y además que la canción es un producto eléctrico, que escuchamos mediante altavoces, que transmiten esa electricidad".

Entonces es lógico pensar, que nuestro cerebro, que también funciona por impulsos eléctricos, procese esa canción y la anexione a un recuerdo, que permanezca siempre en el subconsciente. Según afirma Freud, todos los recuerdos del pasado se guardan muy dentro de nosotros.
En mi recuerdo, que había estado oculto durante una década, la canción antes mencionada tenía todo el sentido del mundo. Fue la causa del mismo.Trataré de ser breve...

En el año 1997 yo cumplía el servicio militar en Burgos, cada tres meses entraba un nuevo reemplazo, a los nuevos de manera despectiva se les llamaba "bichales". Antaño, se preparaban bromas pesadas a su recibimiento, pero esta costumbre había caído en desuso con el paso del tiempo.
No obstante, cuando mi remplazo llegó al cuartel, hubieron recibimientos hostiles y no fue precisamente una plácida noche.
La costumbre te obligaba a hacer algo a los nuevos, lo que fuese. Pero nosotros acordamos no hacer nada y optamos por ser respetuosos.
Durante la primera noche no pasó nada, quizás algún grito, "¡pos nos queda !", y poco más. Justo antes de dormir pensé en hacer alguna cosa, algo que no fuese humillante, algo que tuviese gracia a ojos de todos y no hiriese ninguna sensibilidad.

Me desperté 5 minutos antes del toque de "Diana" y cogí mi radiocassette, pensé que lo mejor sería que la primera mañana se despertaran con música, algo sugerente, con un leve toque amenazante y que de alguna manera sirviera a la sazón de bienvenida. A estas alturas, ya saben que canción escogí.

La verdad es que no causó efecto alguno entre los nuevos, imagino que andarían preocupados en otras cosas más importantes, o simplemente no relacionaban el sentido de la canción o no habían visto la película.
De hecho, al día siguiente uno de los nuevos dijo: Hoy no ha habido música para despertarnos...

A mí me sigue pareciendo una "broma" sutil y con estilo. De hecho cuando ese recuerdo volvió, me lo continuó pareciendo.

¿Por qué ha vuelto ahora, si he escuchado esa canción decenas de veces en estos años?
¿Es que ahora mi cerebro está más libre que nunca?
¿O quizás es que está más alborotado que nunca?

También puede ser, que otras ideas le hayan dejado paso. Si es así, espero que las que están abajo no sean importantes.

martes, 4 de marzo de 2008

La construcción de un imperio

Si echamos la vista atrás, sin duda alguna, la revolución más importante en el ser humano es la mejora en su calidad de vida, sobre todo en el hemisferio norte y occidente. De forma más contemporánea, en la mitad del siglo XX, la forma de amasar dinero cambió radicalmente, y las nuevas teorías se imponían, el taylorismo y el fordismo eran la moda. El trabajo en cadena, eliminar eslabones inútiles y bajar los costes de producción.
Se pasó en poco tiempo, del trabajo en casa, a las industrias de la periferia, de la agricultura de subsistencia, a los obreros de la fundición.
Estos cambios, fueron en gran medida desgarradores y la sociedad avanzó más deprisa que nunca en su historia.
Las grandes empresas nacían, los imperios se creaban, era algo nuevo, inusitado, excitante...

Durante la gran depresión en los EEUU (1930) un padre de familia cualquiera, perdió su puesto de trabajo en Nueva Inglaterra, sus hijos Dick y Mac, recién graduados en secundaria, era ávidos buscadores de empleo, pero se dieron de bruces con la agónica situación laboral que sufrían los americanos.

Se trasladaron al estado de California, como lo hicieron otros muchos, aunque solo encontraron empleos que no daban para vivir.

A pesar de la depresión, un tipo de empresa muy peculiar, estaba tomando cuerpo, eran los "take away" para coches, ya que los Californianos que poseían automóviles, no se bajaban de ellos en todo el día.

Dick y Mac, poseían un pequeño puesto de "hot dogs" en el extrarradio de Los Ángeles. Como buenos emprendedores, no dejaron pasar la oportunidad de construir algo parecido al fenómeno del que eran testigos.

En tres años abrieron cerca del desierto un enorme restaurante de gigantescas ventanas, en las que se podía ver cómo se cocinaban los perritos desde el exterior. Hermosas y jóvenes camareras servían la comida a los conductores, fue el principio de un imperio, al restaurante lo llamaron "Mc Donald's".

El negocio prosperaba, pero los hermanos querían más y las teorías de Henry Ford flotaban en el aire como un suave perfume, los hermanos no dejaban de embriagarse de él.

Decidieron cerrar el negocio y abrirlo con un nuevo aire más "fordista" , para empezar, la reducción del menú: hamburguesas, patatas y batidos solamente. De esta manera, no necesitarían cocineros de experiencia, ya que cualquiera podría estar en la cadena de montaje y de esta manera bajar los costes de producción a mínimos.
Las hamburguesas se elaborarían con estricta uniformidad, de esta manera, las prepararían con tiempo de antelación.
Otro avance importante, es que una vez recogido el producto ya no se tenía que volver al restaurante, los envases eran de cartón (hay quien comenta que también las hamburguesas), y las deslumbrantes camareras ya no estaban, los pedidos se hacían en una ventanilla.

Todo ello dio como resultado un menú que costaba el 50% menos que los competidores. Fue increíble, todo el mundo quería ir a McDonald's, incluso otros restauradores, montaron sus propias concesiones en otros lugares de EEUU.

Un buen día apareció un acaudalado empresario, visitó a los hermanos y les compró los derechos del negocio. Fue entonces, cuando la maquina despegó. Korc, que así se llamaba, poseía una ingeniería, dónde se descubrió como sacar toda la carne de los bueyes, que utilizaban para la comida y aprendieron congelarla con nitrógeno líquido. Llegó a un acuerdo con una de las manufactureras más importante del país para que se hicieran cargo de las patatas y así sus trabajadores no tendrían que pelarlas.

Korc no dudó en renegociar con los hermanos una de las cláusulas de los derechos de venta, y asumió toda la compañía. En sólo tres años, norteamérica estaba poblada por 228 McDonald's.
La globalización se encargó del resto, la cadena se expandió por el mundo, incluida Asia.

En 1971, los primeros en recibir al gigante fueron los Japoneses, que lo esperaban con gran expectación y en 1990 en Rusia y China que aguardaban la apertura con ganas de probar esa comida típicamente yanqui.

En la actualidad McDonald's da de comer a 150.000 personas al día. Una cifra inquietante, pero real.

En algunos libros de nutrición, se recomienda consumir este tipo de comida, una vez al mes, ya que aporta grandes cantidades de calorias.
También es cierto, que desde que un sector de la sociedad decidió luchar encontra de este tipo de gastronomía, la información nutricional del menú, se encuentra muchísimo más al alcance del usuario que lo estaba antes.

Creo que todo el mundo que conozco, ha comido alguna vez en este tipo de restaurantes, aunque hay algunos que sostienen que nunca lo han pisado, me temo que mienten.