viernes, 11 de abril de 2008

La belleza transeúnte

Cuando te vi llegar desde lejos, supe en ese preciso momento que serías para mi. Tu impresionante figura, perfectamente trazada, que se enfocaba más y más a cada paso, rozaba la perfección ante mis ojos. Tu andar solitario y convergente y tu mirada al horizonte, dejaba entrever los no pocos pensamientos que tramabas; irradiando seguridad, emancipación, destino. Todo lo que una persona insegura como yo necesitaba y todo lo que estaba dispuesto a tomar.
Primero pues, me enamoré de tu personalidad, tan vívida, tan fuerte, tan misteriosa, aún incognoscible para mí, presentía nuestro devenir feliz, que al fin y al cabo, es lo que único que anhelo.
Seguías acercándote, ya podía ver tu cara limpia y pura. Dejé de imaginar y pasé a contemplarte, se dispararon sentimientos nerviosos, la química comenzaba a actuar, te tenía tan cerca que podía notarte, olerte, escucharte... Pude admirar tu forma de vestir, tan moderna y comedida a la vez, tu formas que se me antojaron esculturales, todo en ti era bello. Estabas a centímetros de mí, cara a cara, y comprobé que todo era perfecto, todo cuanto imaginé, y puede entender la certeza del caprichoso destino que nos había puesto a los dos aquí y ahora, para siempre.
Entonces construí en mi pensamiento la imagen de nuestros cuerpos enredados, cediéndonos amor continuo, haciendo de rincones abismos, de silencios secretos, de miradas deseos. Imaginé toda una vida, la inmensidad en segundos, lo pensé todo, lo abarqué contigo...
Tu brazo sobre mi brazo, ese tenue golpe, me devolvió al camino, me trajo de vuelta de mi abstracción.
Perdón, me dijiste, para descubrir entonces lo mas hermoso que hasta ahora mis ojos habían contemplado, tu sonrisa, albor de la mañana, luz incesante, sinceridad y deseo. Pero fue tan efímera, que apenas me dio tiempo de asimilarla.
Entonces decidiste marcharte, sin previo aviso. ¿Quizás un castigo a mi estupefacción contemplativa?
Ocurrió todo tan rápido, que no puede articular palabra alguna, ya que un dolor que comenzaba en la boca del estomago comenzó propagándose rápidamente por mi pecho hasta desembocar en mi garganta... nos tocamos, hablamos, nos miramos, te desee, te quise... Pero me abandonaste, tal como viniste, te fuiste, silenciosa, dándome la espalda, sin decir siquiera adiós.
Cruel despedida, seca y tosca, impropia de una relación como la nuestra.
Era tanto lo que habíamos pasado, que me resistía a pensar que solo otro azar del destino nos volvería a unir. Aguante hasta el final, estoicamente en la quietud del camino, quería ver como desaparecías, quería ver que no había nadie mas entre tú y yo, sólo el destino, sólo el tiempo, sólo la eternidad, sólo las horas que cuento hasta que vuelva a verte... tal vez mañana, tal vez nunca. Belleza transeúnte, vuelve pronto.

viernes, 4 de abril de 2008

SIDA

En la actualidad, todavía existen algunas preguntas que me inquietan y que me hacen meditar y aún persisten grandes dudas que flotan en al aire de la controversia de esta enfermedad.
SIDA, acrónimo de síndrome de inmuno deficiencia adquirida, aparece por primera vez, alrededor de 1960 en el corazón de África, más concretamente en el Congo. El comienzo de la pandemia ya es en si una contradicción, por aquel entonces, un grupo de médicos e investigadores encabezados por "Hillary Podolsky", hallaron en tierras congoleñas, en un laboratorio construido expresamente para el efecto, la vacuna de la Polio, la cual, no dudaron en inocular a los lugareños; que más tarde, fueron los primeros humanos en desarrollar SIDA. El extremo no confirmado todavía es si para la vacuna, se utilizó una solución de hígados de chimpancé infectados con el antecesor no humano del virus. Un virus que ha convivido con los simios desde siempre.

Los primeros casos de SIDA en población no africana, se dieron en California en el año 1979, el "Intituto Pasteur" de París logró aislar al virus, que en realidad es un retrovirus que actúa sobre el patrimonio genético de la célula.

"Rod Hudson", "Magic Johnson", "Freddy Mercury", fueron en cuestión de 10 años, una llamada de alerta a la población mundial diciendo que el SIDA no era una enfermedad exclusiva de drogadictos y hemofílicos como se creía. De hecho, estaba afectando a toda la sociedad por igual, sana o enferma, con o sin hábitos sexuales, ya que durante los primeros años 80 se realizaron miles de transfusiones de sangre sin control específico de este nuevo virus.

La información fue tema capital durante la siguiente década de los noventa, también lo fue la solidaridad de las masas, se dieron en macroconciertos al efecto y otras multitudinarias iniciativas plausibles. En lo referente a la ilustración del tema, los gobiernos intentaron informar a la población, de todas clases y edades de los los riesgos y consecuencias del SIDA, se vieron los primeros anuncios protagonizados por gente famosa y se pusieron de moda los trípticos con diversa información, sobre todo de métodos preventivos. Aunque todas estas ganas de solidaridad y prevención contrastaban con las posturas de las altas esferas eclesiásticas, una vez más se taparon los ojos antes un problema que ya había dejado de ser incipiente y se había instalado en todas las capas de la sociedad. Incluso llegó a manifestar que el preservativo tenía un índice de porosidad suficiente como para que el virus lo traspase, escudándose en el riesgo mínimo que el uso del condón conlleva.

Una de las preguntas que no dejo de hacerme constantemente es porqué una vez que la población asimila las causas y consecuencias de la enfermedad y posee la valiosa información, "la prevención es tu único aliado", el SIDA continua haciendo su trecho.

El problema mayor del SIDA es el VIH, o lo que es lo mismo, el virus de inmunodeficiencia adquirida. Es como digo, el mayor problema al que se enfrenta la comunidad de investigadores y la propia OMS (organización mundial de la salud), el VIH y su periodo de incubación, que oscila entre 1 y 10 años, en los cuales no hay síntomas, de modo que se tienen los anticuerpos, pero no se desarrolla la enfermedad. En algunos casos se dan leves procesos febriles a los pocos días de haber sido expuesto al virus, pero que pasan desapercibidos.
Este factor, la incubación, es devastador, ya que el infectado es un agente transmisor en potencia ya que posee el virus pero no es conocedor de la información, es más, cree que está sano y de hecho lo está, aunque sea portador.

Analizado el primer motivo del porqué el SIDA continúa, el segundo no es en ningún caso, nada desdeñable. Me refiero a la práctica de relaciones sexuales sin preservativo o el intercambio de fluidos (sangre, semen, mucosa vaginal...) y las demás formas ya conocidas.
Centrándonos en la práctica de relaciones, ya sean homosexuales o heterosexuales, en muy pocos casos se piensa que la pareja de uno puede estar infectada. De la misma manera que uno no piensa que va a morir cuando se monta en un coche o se levanta para ir a trabajar, aunque tenga posibilidades de que esto suceda.
Quiero decir: ¿Qué sabemos de la vida sexual de nuestra pareja esporádica? ¿Que control tenemos en nuestras relaciones efímeras? ¿Que nivel de confianza se le otorga a una persona a la que acabamos de conocer? ¿Dónde o con quién estuvo ayer?
Adherido a este concepto, está en la sociedad Española la desastrosa idea de la píldora abortiva como método anticonceptivo, uno de los errores más tremendos que se toman como opción al preservativo. Aparte de ser una auténtica bomba de hormonas perjudicial para la mujer.
La píldora abortiva es un directo síntoma de que se ha practicado sexo sin protección, dejando a un lado los casos de rotura de preservativo, en el que incluímos el porcentaje bajísimo que antes aludíamos.
En síntesis, si se sigue despachando la píldora abortiva sin control, se debe informar a la población de manera taxativa de los riesgos que conlleva su uso como opción anticonceptiva, más bien la píldora debe ser una última ratio. No hablo en ningún caso de prohibirla, hablo de informar.
Del mismo modo que se recetan las famosas "anti-baby", se debe recomendar a la futuras usuarias, que si van a dar un paso más en sus relaciones y van a dejar de usar el preservativo, deben cercionarse de alguna manera de que no hay riesgo de contagio, ya que este no se generará nunca entre parejas sanas.

Evitar el contagio, es la única arma de la que disponemos, pero también la información y el diagnóstico precoz, este es relativamente barato en clínicas de análisis privadas, donde se asegura una máxima discreción. Esta prueba que recibe el nombre de "Elisa" se realiza a los tres meses de la exposición y se suele repetir a los 6 meses si el primer resultado fue negativo.

Muchas veces se usa la frase "si crees que has estado en peligro hazte la prueba", aunque se debería decir sin paliativos: "Si tuviste relaciones sin protección estás en peligro".

España es uno de los paises occidentales con mayor incidencia de la enfermedad, desde el inicio de la epidemia en 1981 se han documentado 73.977 casos sólo de VIH.