lunes, 16 de abril de 2012

Uno hace lo que quiere en su tiempo libre


No hay nada de malo en que el Rey se vaya de vacaciones a Bostwuana, si lo hace en su tiempo libre.
Tampoco cabe preguntarse si lo hace con dinero público o privado, pues toda referencia al coste de viaje es ociosa. Los Españoles tenemos una férrea Constitución donde se recogen las funciones del Monarca y de la Corona como institución; donde dicho sea de paso, se dice que el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma.

Esa es la forma de regir la Jefatura del Estado que en 1978 decidimos los Españoles. Por lo tanto, que el Rey haga lo que quiera en su tiempo libre, siempre que después cumpla con los mandatos de la Constitución.
El debate si caza elefantes o hienas es estéril, porque por esa regla de tres, también deberíamos de poner en tela de juicio cuando Aznar pasaba sus vacaciones en Oropesa y convertía la ciudad Castellonense en un Estado Policial; o cuando un Alcalde hace la ruta 66 en Harley; o si un presidente de una Comunidad autónoma cierra una discoteca para la boda de su hija.
Pienso, que mientras que sea con su dinero, si lo ganaron honradamente, que hagan lo que les plazca.
De lo contario entramos en el complicado debate de qué hacer con el dinero común, pues deberíamos de trasladarlo a todos los funcionarios y personal público que trabaja en España, y cuestionar también en que se gastan el dinero que reciben, pues emana de los impuestos de todos los Españoles (los que los pagan, claro está).

La reflexión es, sin duda, que si tras los acontecimientos económicos tan desgarradores que estamos sufriendo, y los varapalos a los que nos someten los mercados, si ha llegado el momento de cambiar la forma en la que se administra la Jefatura del Estado, e incluso si la misma debe continuar.
Cierto es que no es una ingente cantidad de dinero la que se otorga de manera libérrima, pero como dicen en mi pueblo, toda piedra hace pared.

Estamos ante un momento en la historia de España en la que el poder Ejecutivo y Legislativo está ávido de cambios y además se encuentra en franca mayoría, capaz incluso, de tareas ímprobas como modificar la Constitución.
Se barrunta un movimiento más controlador con los desmanes de la Casa Real, que sin duda, vienen de la mano del caso Urdangarín; es posible que desemboque en la desaparición de lo que hoy conocemos como Corona. La pregunta no es cuándo, ni cómo, sino, por dónde (serán los mercados, la presión social o el poder ejecutivo…)

Mientras tanto, me gustaría hacerle llegar a Su Majestad el siguiente mensaje: Bostwuana es el país con más índice de SIDA del mundo, me encantaría que más que pedir disculpas por cazar Elefantes como le piden, destinara el dinero que costó el viaje, ya sea público o privado, a ayudar a ese país que tan sumamente mal lo está pasando. Pues como decía Kant “actúa como si tu máxima se convierta en Ley universal”.