lunes, 18 de noviembre de 2013

American horror history, qué bien lo hacen todos!


Reconozco que no me era nada cautivador ver una serie de terror; y menos después de la involución del propio género, sustos y casquería que dan poco rile, la verdad.
Y una serie... daban ganas de ni empezar a verla.
Normalmente a los que nos gusta este fenómeno televisivo, que parece nuevo pero no lo es, véase Bonanza y los siete caballos que venían de allí, estamos más que avezados en largas y duras batallas temporada tras temporada, que nada te cuentan. Vamos, que me gustan las series, pero que no se enternizen.

Cuando leí que "American horror history" cerraba las temporadas y la temática con trece capítulos y va que te estrellas, pensé que podría ser interesante. Sería como una serie, pero corta. Vamos lo que tendrían que haber hecho los de "The walking dead" y lo hubieran petado.
Así pues, tras un más que notable episodio piloto, que tampoco fascina, pues de casas encantadas hemos visto una retahíla, (no hace falta ser un Iker Jiménez), pasa algo inquietante... la serie te engancha! Vuelvo a sentir esa necesidad de ver otro capítulo ya, como la tuve en "Lost. Pero cómo? si es solo una casa encantada con entes por doquier. Bueno pero decir solo eso sería cosificar la serie, hacer un reducido resumen que cercena otros elementos emocionales de la trama, a saber, el padre de familia viene de una infidelidad con una joven, la madre de un aborto traumático, y la hija con un trastorno de la personalidad, que ahora lo llaman ser gótico. Todo esto con unos vecinos algo perturbadores.
La serie va de una casa encantada sí, pero también de una familia con graves problemas de convivencia que le dan un punto de drama a la serie que casa muy bien. Todo se complica cuando la amante (Kate Mara, la periodista de House of Cards) encuentra la casa y empieza a dar guerra que es un primor.

A medida que la serie va avanzando, te das cuenta de una cosa, todos lo hacen muy bien, están muy bien dirigidos (Ryan Murphy y Brad Falchuk, perfectos desconocidos para mí), pero es que además, la vecina Jessica Lange (óscar en Totssie) le da un empaque a la serie que otros desearían, magistral lección de interpretación. Pero el resto, que podrían patinar por el mero hecho de ser fantasmas y hacer interpretaciones hilarantes, no lo hacen, para mí están todos perfectos.
La fotografía es correcta, no hay muchos chorros de sangre y vísceras, y los pocos que hay, están justificados. La música te lleva lo justo, la intro da mucho canguelo, y los 13 capítulos son lo correcto; como mucho sobraría el doble capítulo de "Hallowen". Cuando la serie comienza a ser chicle, se acaba y eso el espectador lo agradece.
Todo está muy justificado con los queridos y socorridos "flasbacks", que solucionan, a modo de ñapa, cualquier fallo habido o por haber.
Hay alguna pega con el montaje en general, y en ocasiones con el rácord, que se pierde, nunca sabes si lo hacen a propósito porque pasa mucho, pero tampoco es para rasgarse las vestiduras a modo Hulk.
Al loro con la joven Taissa Farmiga, la hija oscura, será una gran actriz y se la van a rifar.
Al final quedaros con esto, las interpretaciones y la trama te llevaran en volandas. 
Disfrutarla tanto como yo.

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