sábado, 29 de noviembre de 2008

Una vuelta de tuerca al aforismo contemporáneo

Al escuchar una y otra vez la misma frase, corremos el riesgo de creer que es así, que es indubitable y por descontando verdadera. No nos paramos a pensar en lo básico, en lo primario de las cosas, en su concepto más primigenio.
De cuando en cuando, es necesario preguntarse los porqués de las cosas; Sócrates lo hacía constantemente, de ahí el "método socrático", que consiste en dejar en evidencia lo que no sabes para que puedas discurrirlo mejor. Aprender es discurrir.

Como digo, hay algunos conceptos que en nuestra sociedad se repiten constantemente, y hemos dejado de pensar en ellos, de meditar sobre sus razones, pongo algunos ejemplos:
Correr es de cobardes; pero no lo es cuando los que te persiguen son también cobardes. Por lo que debemos calcular los beneficios de una huida a tiempo, que puede ser una victoria y una victoria con dolor y sufrimiento sabe mejor, siempre que ésta no sea pírrica...

En ocasiones nos referimos a los trabajadores en régimen de autónomos y decimos que son jefes de sí mismos. Esta afirmación no es del todo correcta, pues cuando uno es autónomo, todos los que potencialmente te puede dar trabajo se convierten en tus jefes, así tienes muchos jefes y no sólo uno. En realidad cuando trabajas por cuenta ajena es cuando verdaderamente trabajas para ti, percibiendo un sueldo íntegro y acabando casi siempre a horas prudentes. No preocupándose uno si la empresa va mal o bien, y si uno se preocupa lo hace de manera ténue.

Se dice que un nómada es el que va de un sitio a otro sin casa, cuando un nómada puede ser perfectamente alguien que ama tanto a las tierras que pisa que nunca se quiere despegar de ellas. Uno puede ser nómada también en su casa, en su pueblo y así infinito.

Un vitalista puede ser un hombre que ame a la vida, no lo discuto, pero también puede ser un hombre que esté acostumbrado a amar sin ninguna pretensión más. Todos amamos a la vida y luchamos por ella desde que nacemos, también lo hacen los animales, lo más probable es que sea por instinto.

Tenemos miedo al cambio, cuando en realidad lo deseamos. Si nos echan del trabajo es malo, o al menos eso es lo que piensa la mayoría de las personas. Realmente es bueno, en primer lugar, cuando nos echan es porque no tenemos que estar ahí, que ya es un motivo de peso; en segundo lugar, seguro que más de una vez hemos deseado dejar ese trabajo y emprender otro rumbo. Como ya he dicho en alguna ocasión eso es un formidable acicate para nuestras vidas.

Cuando España vivió el desfreno inmobiliario todo el mundo hablaba de casas, compro casas, vendo casas, alquilo casas y vendo antes de tener. Pero... realmente nos preguntamos que significa una casa? Sabíamos lo que estábamos haciendo? El tiempo y las ulteriores circunstancias nos dicen que no. No nos paramos a pensar que significa casa y por eso ahora lo estamos pagando.
Lo mismo pasó con lo material. Durante un tiempo dejamos de pensar en lo material y en la necesidad, olvidamos ese binomio inseparable y nos dejamos llevar por la sinrazón. En ocasiones pienso que el precio que estamos pagando todavía no ha llegado a su vértice.

Espero amigo, que el paradigma mostrado sea el suficiente para la moraleja del texto. No olvidemos nunca los conceptos originales, sólo si los tenemos claros y nítidos podremos construir nuestra realidad, nuestra vida, con auténticos y sólidos pilares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...con auténticos y sencillos pilares.

muy largo me ha resultado.

recomiendo blog:
http://buscandosalidas.wordpress.com