miércoles, 31 de diciembre de 2008

Inexorable reflexión

Siempre, cada año, cuando llega este día, tiendo a reflexionar lo que soy, lo que hago, lo que pienso y sobre todo hacia donde voy.
Siempre, cada año, pienso que debo cambiar, debo mejorar, debo ser mejor persona.
Siempre, cada año, me pregunto por un instante, si alguna vez voy a dejar de pensar eso, siempre, cada año.
Siempre, cada año, me doy cuenta, que 365 días son una buena vara de medir en mi vida; dónde estaba hace una año, dónde estaré dentro de un año.
Siempre, cada año, me respondo... no lo sé. Pero seguro que donde quiera que esté, con quien quiera que esté, me volveré a hacer esa pregunta... puedo mejorar? puedo ser mejor persona? puedo intentarlo?
Siempre, cada año, pienso que lo más importante es llegar a hacerse esas preguntas, que en mi vida hay algo que no funciona bien o que puede mejorar; darse cuenta de esto es el primer paso para conseguirlo, cueste lo que cueste, porque al final, cuando te haces mayor, el tiempo pasa tan deprisa que sólo queda mirar para adelante.
Siempre, cada año, llego a la formidable conclusión que el tiempo pasado no fue mejor, lo que pasa en es que un tiempo pasado sólo éramos más jóvenes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Siempre, cada año, llego a la formidable conclusión que el tiempo pasado no fue mejor, lo que pasa en es que un tiempo pasado sólo éramos más jóvenes"

Interesante reflexión. A partir de cierto momento, la vida nos pasa cada vez más rápido y parece que todo lo importante ya ha pasado, que ya no nos suceden cosas que valga la pena mencionar.
Será cuestión de llenar nuestro tiempo de experiencias y nuevas ideas para cerrar esa bocaza impertinente que es la memoria.

óscar parra dijo...

Querido viajero entre las llamas: Pienso que la memoria debe tener mucho de experiencia y poco de añoranza.
Hay que echar de menos, todo lo que estar por llegar.